La Plaza de la Revolución Mayor General Antonio Maceo Grajales, de esta ciudad, inaugurada por el Comandante en Jefe Fidel Castro el 14 de octubre de 1991, ha sido testigo de momentos históricos como el último adiós al eterno líder de la Revolución Cubana.
 
Olivia Díaz Garay, especialista de la institución, manifestó hoy a la ACN que durante 17 horas estuvieron las cenizas de Fidel en el Salón de los Vitrales, entre el tres y cuatro de diciembre último, antes de partir al sitio de descanso definitivo en el cementerio patrimonial Santa Ifigenia.
 
También en la plaza, señaló, el pueblo santiaguero junto a una presentación de las provincias orientales, mandatarios y personalidades del mundo lo despidieron en sentido homenaje.
 
Recordó Díaz Garay que el venidero sábado se cumplirán 26 años de la clausura del Cuarto Congreso del Partido Comunista de Cuba en esta urbe oriental, y que luego de pronunciar el discurso de cierre del magno evento Fidel prendió la llama eterna, dejando inaugurado el conjunto monumental.
 
Importantes acontecimientos tuvieron lugar allí como las misas oficiadas por el Papa Juan Pablo II, el 24 de enero de 1998, y la de su Santidad Benedicto XVI, el 26 de marzo del 2012, esta última con la presencia del Presidente Raúl Castro, detalló.
 
Igualmente, dijo, fue escenario de condecoraciones a destacados revolucionarios cubanos.
 
Casi todos los momentos trascendentales en los cuales estuvo el Comandante en Jefe en la plaza, recalcó, están recogidos en un audiovisual que se proyectará este vienes en el Salón de los Vitrales, en la celebración del cumpleaños 26.
 
Estrecha relación con la historia de lucha de cubanos y cubanas guarda ese lugar, ubicado en la entrada de la ciudad en la Avenida de los Desfiles, donde una gigante figura ecuestre rinde homenaje a Antonio Maceo, guerrero de las gestas independentistas del siglo XIX.
 
Muy cerca, 23 piezas de acero laminado que asemejan machetes simbolizan la fecha del 23 de marzo de 1878, fijada en la Protesta de Baraguá para reiniciar las hostilidades contra el colonialismo español.
 
Su disposición en el espacio respondió a una idea artística de Guarionex Ferrer, quien se inspiró en ese hecho histórico, del cual se cumplirán 140 años en el 2018.