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Método cubano corre las vendas del analfabetismo en Panamá

Hace menos de un año, Víctor Jorge Salfrán llegó a esta ciudad como asesor del programa de alfabetización, que desde hace 10 años ejecuta el Ministerio de Desarrollo Social de Panamá conjuntamente al Ministerio de Educación cubano.
 
Aunque esta no es su primera misión en el exterior, pues anteriormente estuvo en la comunidad nicaragüense de Jinotega, el profesor confesó a Prensa Latina sentirse sorprendido por la cantidad de analfabetos que viven en la capital panameña, la mayoría de ellos de origen indígena.
 
Tal es el caso de las 11 iletradas de la etnia Guna Yala que actualmente residen en el barrio de Santa Ana, conocido por el alto nivel de peligrosidad y consumo de drogas entre la gente, como es el caso de Luisito, un joven de 16 años que nunca fue a la escuela porque se negaba a estudiar.
 
Embargo, la fundación Luz y Oportunidades lo captó, y hoy recibe clases a través del método cubano Yo sí puedo, al igual que estas indígenas, las cuales en su gran mayoría nunca accedieron a la enseñanza o en otros casos tuvieron que abandonar los estudios, relató el oriundo de la oriental Santiago de Cuba.
 
'Historias como estas nos obligan a estudiar y a prepararnos más para lograr el éxito en el trabajo: quitarle de los ojos la venda del analfabetismo, que los limita a ver más allá de lo que pudieran', afirmó Salfrán.
 
Para ello, el programa se nutre, en la gran mayoría de los casos, de estudiantes de bachiller, quienes como parte de su formación deben tributar 80 horas de trabajo social. 'Una vez seleccionados, se les capacita para impartir clases durante siete semanas, tiempo en el que las personas aprenden a leer y a escribir', explicó el profesor, quien reconoció que en la medida que avanza el proceso se crean hábitos de convivencia y empatía entre los indígenas y los voluntarios.
 
Al respecto, el coordinador nacional de la campaña de alfabetización Muévete por Panamá, Fredy Álvarez, reconoció la voluntad de los participantes de aprender por medio del método cubano, y la entrega de los formadores, quienes son capaces de aportar desde su perspectiva y creatividad para que las personas necesitadas logren su meta.
 
'Y el mejor resultado son los más de 72 mil alfabetizados durante los 10 años de existencia del programa, lo cual refleja la magnífica unidad de trabajo entre los asesores cubanos y los que asumieron la ejecución del mismo en Panamá', aseguró.
 
Al igual que Salfrán, para Álvarez el mayor impacto en lo personal es haber conocido las necesidades y motivaciones de las personas para aprender a leer y a escribir, por ello su principal objetivo es ayudar a reducir a la mínima expresión el analfabetismo, pese a los obstáculos que en ocasiones encuentran en el camino.
 
'Panamá no necesita de tantos recursos para lograr avances en la educación. Es sencillamente poner el pecho y el corazón', aseguró Salfrán, quien recordó que todos los materiales que reciben los iletrados como parte del programa de alfabetización son gratis.
 
Expresó que la educación es un derecho que tienen todos los seres humanos, y solo a través de ella es posible que la economía florezca más, el país avance, tenga personas más cultas y menos problemas sociales.

Source: 

Prensa Latina

Date: 

25/09/2017