Líder más allá de la universidad
Cuando Fidel Castro, matriculó en la Universidad de La Habana, tenía 19 años, pensó que iba a entrar en un colectivo donde los estudiantes eran los guardianes de los derechos del pueblo, de la libertad y la democracia, por lo que se sintió candidato a formar parte de aquellas tradiciones y glorias.
Durante unos días no asistió a clases, pues no estaba dispuesto a pagar la novatada; aquellas bromas en forma de burla que hacían los alumnos más antiguos a los recién llegados, las consideraba humillantes y no seresignaba a ello.
Como gesto solidario con los nuevos, se cortó el pelo en varias ocasiones. Por su actitud y comportamiento ante el estudiantado, se ganó el aprecio y reconocimiento, viendo en él al líder que lo representaría como delegado.
Sumó al estudio, al deporte y la ayuda que brindaba a los demás, otra tarea, la de hacer campaña. El tiempo, ya no le alcanzaba para tanto, entonces trazó prioridades en esta etapa de su vida; abandonó el entrenamiento de béisbol y baloncesto, incorporándose por completo a las elecciones estudiantiles.
En esa época la asistencia a clases no era obligatoria, por lo que dejó algunos turnos a un lado para colaborar con compañeros de ese tiempo, eso lo podía hacer, porque consideraba que muchos profesores no despertaban el interés de nadie.
Luego aclararía: “lo correcto es que el estudiante asista a clases, pero no sentía ningún atractivo por ellas, no me iban a decir nada nuevo”. Le satisfacía obtener el contenido por los libros y las conferencias impresas que leía en las noches o durante el tiempo que tenía libre, y alcanzó excelentes resultados, a veces superiores a los de los primeros expedientes de la escuela.
Por ser dirigente, Fidel jamás esperó que fueran a premiarlo con una buena nota, como solía suceder por aquellos años, de ningún modo lo aceptaría, se esforzaba al máximo por alcanzar éxitos.
El líder de primer año, así lo identificaron sus compañeros, alumnos de los grados superiores y hasta los profesores, lo vieron como el centro del grupo, el individuo que se tomaba en serio todo lo que hacía, lo respetaron y contaron con él. Nacía así un líder que trascendió la universidad, un país y la historia.